Bautismo en agua-6 preguntas hechas y respuestas

Posted bySpanish Editor October 15, 2024 Comments:0

(English Version: “Water Baptism – 6 Key Questions Asked And Answered”)

Fundamentalmente, hay dos mandamientos/ordenanzas que todo cristiano debe seguir después de aceptar a Jesucristo como su Señor y Salvador. El primero es el bautismo en agua. Y el segundo es la participación en la mesa del Señor, también denominada Cena del Señor o Comunión. Uno se diferencia del otro porque el bautismo en agua es un acto único y participar en la mesa del Señor es un acto continuo. Esta breve descripción intentará responder algunas preguntas básicas sobre el tema de la primera ordenanza, que es el bautismo en agua.

El bautismo en agua es el primer y más importante mandamiento después de que uno se convierte en creyente – es decir, después de arrepentirse de sus pecados y poner su fe en Jesucristo. Aunque la Biblia es clara sobre este tema, todavía hay mucha desobediencia a este sencillo mandato. De acuerdo a un maestro de la Biblia, las siguientes son las razones principales de este fracaso:

a. Ignorancia: La gente no entiende claramente este tema porque no se les ha enseñado este mandato.

b. Orgullo espiritual: Ser bautizado públicamente después de un largo período indica falta de comprensión o significa desobediencia por un período prolongado. Dado que reconocer esta desobediencia puede ser una experiencia muy humillante, muchos no quieren ser bautizados por esa misma razón. Desafortunadamente, las personas que permanecen en esta categoría preferirían avergonzarse ante el Señor Jesús en el día del juicio que ante el mundo ahora.

c. Actitud casual: Muchos tienen una actitud casual hacia el bautismo. Estas personas no están en contra del bautismo como tal. Es sólo que no lo ven como una prioridad. Es la actitud que dice: “Hay otras cuestiones urgentes que abordar en este momento. Tal vez algún día, cuando pueda trataré con la cuestión del bautismo”.

d. Miedo a la confesión: Algunas personas temen confesar públicamente su fe porque están cortejando el pecado en sus vidas. Y al hacer un reconocimiento público, sienten que se están presentando como hipócritas. Algunos también temen lo que “la gente pueda pensar” (familia, sociedad, etc.). En particular, cuando puede haber riesgo de separación familiar debido al bautismo, la gente a menudo se abstiene de bautizarse.

e. No es un cristiano genuino: En algunos casos, la persona no es creyente en absoluto. No tienen el Espíritu Santo y por eso no hay convicción ni obligación de obedecer este mandato. Es posible que todavía vengan a la iglesia e incluso participen en la mesa del Señor. Sin embargo, no pertenecen genuinamente a Cristo.

Estoy seguro de que se podrían agregar otras razones de por qué la gente se abstiene de bautizarse. Sin embargo, el objetivo de este artículo es abordar la primera razón – la ignorancia. Al hacer y responder seis preguntas básicas de las Escrituras, se espera que esta publicación arroje luz clara sobre este tema. Es responsabilidad del lector considerar estas verdades en oración y actuar en acuerdo con ellas.

Comencemos con la primera pregunta.

1. ¿Por qué tenemos que someternos al bautismo en agua?

Primero, leemos en Mateo 28:19 las palabras de Jesús ordenando a la Iglesia Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.” La frase “en nombre de” se utiliza en sentido singular (no en los “nombres” de). Este uso singular de la palabra “nombre” muestra la igualdad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Ésta no es una fórmula que deba repetirse en el bautismo. Pero significa que el creyente está espiritualmente identificado con el único Dios que existe en tres personas.

Segundo, leemos en Hechos 2:38, el mandamiento que se aplica a cada individuo: “Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.” El mandamiento es claro: primero, un individuo debe “arrepentirse de sus pecados” (por haber escuchado y respondido al evangelio por fe). En segundo lugar, deben “ser bautizados”. La secuencia es clara: el bautismo debe seguir al arrepentimiento genuino y a la fe en Jesús. Por lo tanto, ¡debemos someternos al bautismo en agua porque es un mandato y no una opción!

2. ¿Cuál es el significado del bautismo en agua?

El bautismo en agua es una representación exterior y visual del nuevo nacimiento interior que ocurrió en el momento de la conversión. Es una expresión física de una realidad espiritual interior.

En Romanos 6:3-5, se nos dice estas verdades: “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Por tanto, hemos sido sepultados con Él por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. Porque si hemos sido unidos a Él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección.” Estas realidades espirituales internas que ocurren en el momento de la conversión se ilustran mejor externamente a través del bautismo en agua.

El bautismo en agua es una imagen visual de nuestra unidad espiritual con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. También significa la esperanza que tenemos: así como Jesús resucitó para vivir después de la muerte, así nosotros, que estamos unidos a él, también seremos resucitados para vivir en el futuro.

3. ¿Cuál es el significado del bautismo en agua de Jesús?

El bautismo de Jesús (Mateo 3:13-17) fue una imagen pública de su identificación con los pecadores por quienes moriría en la cruz y resucitaría más tarde. Jesús cumplió “toda justicia” (Mateo 3:15) no sólo yendo a la cruz por nuestros pecados sino también viviendo una vida perfectamente obediente que nosotros nunca podríamos vivir. Es por eso que la verdadera fe bíblica enseña que la salvación es solo por gracia, ya que Jesús es el Único que cumplió toda justicia. No somos salvos por nuestras obras, sino sólo por confiar en Jesús, quien lo ha hecho todo por nosotros.

Por lo tanto, el bautismo en agua de Jesús fue una representación simbólica de una realidad aún por venir en el momento de sus palabras (pero que ahora se ha cumplido): Su muerte por nosotros y su resurrección como prueba de que Dios acepta su sacrificio.

También es interesante notar que Jesús mostró la importancia de obedecer todos los mandamientos del Padre al ser bautizado. Jesús no escogió qué obedecer y qué no obedecer. Se sometió voluntaria y gozosamente a todos los mandamientos de su Padre como parte de su vida perfecta.

4. ¿Cuál es el modo del bautismo en agua?

Aquí es donde hay mucha confusión y división. Hay mucha inconsistencia en el método del bautismo (es decir, ¿es sólo por inmersión o se puede rociar a la persona, etc.?) Sin embargo, para obtener una respuesta clara sobre el modo del bautismo, miremos en la Biblia misma cómo se bautizaba la gente.

En el Nuevo Testamento, la palabra bautismo a menudo se indica con dos verbos (acciones) griegos: baptobaptizo. Según un diccionario de términos del Antiguo y Nuevo Testamento, Bapto significa “sumergir” y los griegos lo usaban para significar el teñir una prenda o extraer agua sumergiendo un recipiente en otro que está lleno de agua. La otra palabra Baptizo significa “Bautizar” (es decir, sumergirse completamente, ahogarse), y aparece varias veces en el Nuevo Testamento.

La palabra bautismo requiere o significa “inmersión, sumersión, ahogamiento, zambullida” en el Nuevo Testamento. Además, nunca se dice que el agua sea bautizada sobre nadie (como rociar o salpicar la frente con agua). La referencia es siempre a una persona siendo bautizada dentro del agua.

¡El mismo Señor Jesús se sometió al bautismo por inmersión! Leemos en Mateo 3:16: “Después de ser bautizado, Jesús salió del agua”. La frase “salió del agua” indica claramente que fue bautizado por inmersión ¡y eso también cuando era adulto!

La gente que Juan Bautista bautizó “eran bautizados por él en el río Jordán (Mateo 3:6). Juan 3:23 da otra referencia a Juan administrando el bautismo por inmersión. Leemos: “Juan también bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y muchos venían y eran bautizados.”. ¡No habría necesidad de “abundancia de agua” si el bautismo fuera por cualquier otro medio que no sea la inmersión!

La Iglesia primitiva también practicaba el bautismo en agua por inmersión. En Hechos 8:38, leemos a Felipe, uno de los doce apóstoles bautizando al eunuco etíope y las palabras dicen: “ambos descendieron al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó.”

Con solo mirar los pocos versículos, uno se ve obligado a reconocer que la inmersión era la práctica de los ejemplos del Nuevo Testamento de someterse al bautismo en agua. Sólo la inmersión se ajusta a la realidad de la verdad espiritual, que es en el momento de la salvación, el creyente es sumergido con Cristo, específicamente en su muerte, sepultura y resurrección.

Rociar o salpicar la frente con agua no es la forma bíblica del bautismo en agua. Se originó en la Iglesia Católica Romana. Sin embargo, incluso la Iglesia Católica Romana practicaba la inmersión como método de bautismo hasta aproximadamente el siglo XIII. Desafortunadamente, algunas iglesias protestantes heredaron más tarde las prácticas católicas romanas de salpicar (por ejemplo, Presbiterianas, Metodistas, Luteranas, etc.).

5. ¿Cuál es la relación del bautismo en agua con la salvación?

¿Es necesario el bautismo en agua para la salvación? Cuando miramos la enseñanza general del Nuevo Testamento, una cosa está clara acerca de la salvación: la salvación es solo por gracia, solo a través de la fe en Jesús cuando una persona se arrepiente de su pecado y se vuelve solo a Jesús para salvación (ver Marcos 1: 15; Juan 3:16; Juan 5:24; Hechos 20:21; Romanos 4:5; Romanos 10:9-13; Efesios 2:8-9; Tito 3:5). Confiar únicamente en Jesús como Señor y Salvador salva a una persona. La confesión pública a través del bautismo en agua confirma la realidad de creer genuinamente en Jesús.

Sin embargo, el bautismo en agua está estrechamente vinculado a la salvación en algunos pasajes porque la verdadera salvación siempre produce obediencia. Y el primer paso de obediencia para un cristiano es ser bautizado, es decir, hacer profesión pública de su fe en Cristo. A continuación, se muestran algunos ejemplos de personas que obedecen este mandato sin demora, como se encuentra en el libro de los Hechos:

A. Día de Pentecostés cuando nació la Iglesia:

Hechos 2:41 dice: “los que habían recibido su palabra (es decir, el mensaje de salvación de Pedro) fueron bautizados; …aquel día”.

Como puede ver, no hubo ningún retraso en cuanto al bautismo después de aceptar el mensaje de salvación. Ese mismo día fueron bautizados.

B. Respuesta de los samaritanos a la predicación de Felipe:

Hechos 8:12 dice: “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba las buenas nuevas del reino de Dios y el nombre de Cristo Jesús, se bautizaban, tanto hombres como mujeres”.

El bautismo ocurrió inmediatamente después de que “creyeron” el mensaje que Felipe predicaba: las “buenas nuevas del reino de Dios y el nombre de Cristo Jesús”.

C. Bautismo de Cornelio y su familia

Cuando Pedro predicó el evangelio a Cornelio y su familia, fueron bautizados inmediatamente después de aceptar el mensaje del evangelio. Hechos 10:47-48 le da a Pedro la confirmación de su necesidad de ser bautizados desde que aceptaron el mensaje del evangelio,

“¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros? Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo.”

D. Bautismo de Lidia y el carcelero en Filipos

Leemos en Hechos 16:14-15 cómo Dios salvó a una mujer llamada Lidia y cómo ella se sometió al bautismo de inmediato:

“…el Señor abrió su corazón para que recibiera lo que Pablo decía. Cuando ella y su familia se bautizaron, nos rogó, diciendo: Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid a mi casa y quedaos en ella. Y nos persuadió a ir.”

Observe que el texto dice claramente que su bautismo ocurrió después de que ella respondió al mensaje de Pablo.

Más adelante en el mismo capítulo, leemos cómo Dios salvó al carcelero responsable de custodiar a Pablo mientras estaba en prisión y cómo se bautizó después de responder al mensaje del evangelio. Todo el incidente está registrado en Hechos 16:16-34.

Primero, el carcelero preguntó a Pablo y a Silas (vv.30-32): “y después de sacarlos, dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.”

En segundo lugar, leemos lo siguiente (v.33): “Y él los tomó en aquella misma hora de la noche, y les lavó las heridas; enseguida fue bautizado, él y todos los suyos.”

Uno podría preguntar: “El texto no dice que creyeron antes de ser bautizados”. Pero si miramos de cerca el siguiente versículo, obtenemos la respuesta de que sí creyeron antes de su bautismo (v. 34). “Llevándolos a su hogar, les dio de comer, y se regocijó grandemente por haber creído en Dios con todos los suyos”. El carcelero no sólo creyó, como lo indica la frase, “haber creído en Dios”, sino que el texto también dice: “¡haber creído en Dios con todos los suyos”!

Entonces, una vez más, ¡tenemos evidencia del bautismo después de creer en el mensaje del evangelio! Curiosamente, unos versículos antes, se nos dice que era “medianoche” (Hechos 16:25) cuando ocurrieron estos eventos. ¡Se bautizaron en mitad de la noche! Pero eso no le importaba a Pablo ni a la casa del carcelero. La verdadera fe siempre quiere responder a los mandamientos de Dios, ¡y también sin demora!

E. Bautismo en Éfeso

Hechos 19:1-7 nos da el registro del último bautismo que está registrado en el libro de los Hechos. En Éfeso, Pablo predicó a un grupo de hombres que eran seguidores de Juan el Bautista. Al escuchar el mensaje de salvación a través de Jesucristo, respondieron y mostraron su obediencia testificando a través de las aguas del bautismo: “Cuando oyeron esto, (es decir, el mensaje de salvación a través de Jesús) fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.” (Hechos 19:5).

Si bien es posible que el versículo no diga explícitamente que aceptaron el mensaje del evangelio, el hecho de que recibieron el mensaje positivamente está implícito en la frase “Cuando oyeron esto”. Entonces, una vez más, el bautismo ocurrió después de que la gente escuchó y aceptó el mensaje del evangelio.

De los cinco ejemplos anteriores, queda claro que el bautismo siguió a la aceptación genuina del evangelio. Si bien el bautismo no salva a nadie, ¡siempre sigue a la verdadera fe salvadora! Entonces, esa es la relación del bautismo en agua con la salvación.

6. ¿Qué pasa con el bautismo infantil?

Dado que el Nuevo Testamento deja muy claro que uno debe arrepentirse personalmente y creer en Cristo antes de ser bautizado, todo el proceso del bautismo infantil no es bíblico. ¿Cómo puede un niño arrepentirse y creer? No hay en ninguna parte de la Biblia ni siquiera un solo mandamiento de bautizar a los niños ni un solo registro claro de cómo se bautiza a los niños.

Algunos interpretan los bautismos de niños en el Nuevo Testamento como la señal de estar en la familia del pacto, como lo era la circuncisión en el Antiguo Testamento. El problema con tal punto de vista es el siguiente: en ninguna parte de la Biblia se dice como tal.

Por otro lado, la Biblia dice claramente que el bautismo en agua es sólo para aquellos que han entendido y aceptado el evangelio arrepintiéndose de sus pecados y confiando únicamente en el Señor Jesucristo para el perdón de sus pecados. Y aquellos que lo han hecho, el bautismo en agua por inmersión es el primer mandamiento a seguir. ¡Y hay que hacerlo sin demora! Esa es la evidencia abrumadora de las Escrituras que hemos visto en este artículo.

Pensamientos finales.

Espero que el lector pueda ver la importancia del bautismo en agua. Satanás quiere confundir este sencillo tema. ¿Por qué? Porque desde el comienzo de la vida cristiana, Satanás quiere que los creyentes desobedezcan. Si no puede impedir la salvación, debilita a los creyentes al tentarlos a desobedecer a Dios en este primer y fundamental mandamiento. Y si puede hacer que los creyentes desobedezcan en esta área, ¡fácilmente puede hacer que desobedezcan en otras áreas también! ¡Esa es su maquinación!

Además, el bautismo es una buena prueba para ver si el nuevo creyente está dispuesto a calcular el costo de seguir a Jesús. Si una persona se niega a proclamar en público “Jesús como Señor” a través de las aguas del bautismo, existe la posibilidad de que la persona no se haya arrepentido verdaderamente ni se haya vuelto a Jesús. Por lo tanto, el bautismo podría resultar una excelente prueba para ver si el corazón ha sido verdaderamente transformado, es decir, si la persona es verdaderamente cristiana, alguien que genuinamente ha nacido de nuevo y se ha vuelto del pecado a Jesús.

Algunos que fueron bautizados antes en su vida luchan por saber si realmente se habían arrepentido y creído en Jesús antes de ser bautizados. Es una lucha común, especialmente para quienes nacen y crecen en hogares cristianos. Saben que creen en Cristo en el presente, que Él es el Señor de sus vidas y que ellas le pertenecen.

Sin embargo, no están seguros de la autenticidad de su arrepentimiento y creencia en el momento de su bautismo anterior. La razón detrás de esa incertidumbre podría ser haber vivido una vida pecaminosa durante años, y ahora caminan en obediencia a los mandamientos de Jesús. En lugar de simplemente llamar a los años de desobediencia “desviación”, instaría a esa persona a evaluar su bautismo anterior. Es muy posible que no hubiera ninguna obra genuina de salvación antes del bautismo anterior. Quizás fue una decisión emocional o una decisión que surgió por la presión de la familia, de la Iglesia, de ver a amigos bautizándose, etc.

La pregunta en tales casos es: ¿Debo rebautizarme? La respuesta es: “Si no has sido bautizado según el bautismo del Nuevo Testamento, que es después de profesar un arrepentimiento genuino y creer en Cristo, entonces debes ser bautizado nuevamente, y eso por inmersión. Tu bautismo anterior, incluso si fue por inmersión, no significa nada.

Mira, el bautismo en agua no es un simple proceso de sumergirse en agua. Sí, el bautismo en agua puede tratarse como un ritual/tradición. Sin embargo, eso es no fue la intención de nuestro Señor al haber instituido este sagrado mandato. Cada mandamiento del Señor debe ser obedecido con un corazón alegre, no con renuencia. Es bueno recordar las palabras del Señor a Samuel en 1 Samuel 16:7: “el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón”. Es un pensamiento gozoso saber que el Señor mira el corazón. Pero también es un pensamiento terrible saber que Él conoce la intención de nuestro corazón (Apocalipsis 2:23).

Si nuestra fe es genuina, nuestro arrepentimiento también lo será. El falso arrepentimiento sólo teme las consecuencias del pecado, mientras que el verdadero arrepentimiento teme el pecado mismo. El verdadero arrepentimiento odia el pecado por lo que es – una ofensa contra un Dios santo. Saber que el pecado es malo y que Dios lo odia motiva a la persona genuinamente arrepentida a abandonarlo. Así, el arrepentimiento genuino abandona el pecado y se convierte en una entrega total a Jesús.

Para terminar, permítanme citar dos versículos de labios del mismo Jesús para nuestra reflexión sobre este importante tema:

Lucas 6:46 “¿Y por qué me llamáis: «Señor, Señor», y no hacéis lo que yo digo?”

Mateo 10:32-33 “Por tanto, todo el que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.”

Estas son palabras poderosas y profundas de labios del mismo Señor Jesús. Yo animaría a todos a seguir el ejemplo del salmista que dijo en el Salmo 119:60: “Me apresuré y no me tardé en guardar tus mandamientos.”

Estimado lector, si necesitas ser bautizado bíblicamente y correctamente, no te demores. No hay evidencia en el Nuevo Testamento de que algún creyente haya demorado o esperado la ocasión para ser bautizado. Hay que hacerlo y alentarlo a que se haga de inmediato.

Recuerda, la prueba válida del arrepentimiento genuino es la obediencia a los mandamientos de Dios, no sólo en el tema del bautismo sino en todas las áreas de la vida. ¡Y el bautismo es un buen lugar para comenzar! Recordemos: ¡El bautismo en agua después de la conversión genuina no es una opción sino un mandato que debe ser obedecido sin demora!

No dejes que el orgullo (lo que la gente pueda pensar si me bautizo después de tanto tiempo), el miedo (lo que mi familia pueda decir o hacer) o cualquier otra razón te impida obedecer a Jesús. ¡Hazlo para agradar al Señor Jesús y sólo a Él! Obedécele porque lo amas. Él es Quien tomó tu lugar en la cruz para liberarte de un infierno eterno. ¡Él merece tu obediencia gozosa, incondicional y pronta!

Y que el buen Señor nos permita a todos caminar en todos sus mandamientos porque “Bienaventurado todo aquel que teme al Señor, que anda en sus caminos.” (Salmo 128:1).

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