3 Razones por que un Cristiano puede enfrentar la muerte con confianza

(English Version: “3 Reasons Why a Christian can Confidently Face Death”)

El esposo de Sarah Winchester obtuvo una fortuna construyendo y vendiendo rifles. Cuando él murió de tuberculosis en 1881, Sarah buscó una bruja que se comunicaba con los muertos para poder hablar con su esposo. Según la bruja, supuestamente su esposo le dijo, “Si continúas construyendo tu hogar, nunca enfrentarás la muerte.” Entonces Sarah creyéndole a la bruja, compró una mansión con 17 habitaciones y comenzó a expandirla. 

El proyecto, que costó cinco millones de dólares en un tiempo en donde un constructor ganaba 50 centavos al día, continuó hasta que murió a la edad de 85 años. Ella dejó material suficiente para poder construir otros 80 años más. Hoy en día, la casa sirve como testigo del temor a la muerte que mantiene a millones de personas en esclavitud. 

Sin embargo, la Biblia da razones por qué la gente no necesita vivir con temor a la muerte. Pero antes de que veamos esas razones en detalle, respondamos a una simple pregunta: ¿qué es la muerte? La muerte, en términos simples, es una separación. Esa es la respuesta básica. Ahora, la biblia describe tres tipos de muerte.

1. Muerte Física. Esta muerte es una separación del alma del cuerpo físico. Hebreos 9:27 nos enseña que “está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio”. La Biblia hace claro que no hay reencarnación. Nota que el versículo dice claramente que toda la gente “muere una sola vez”. No “muchas veces”.

2. Muerte Espiritual. Esta muerte es la separación del alma y el cuerpo de la vida dada por Dios. Efesios 2:1 nos recuerda la condición de un individuo sin Jesús, “vosotros estabais muertos en vuestros delitos y pecados.” Todos entramos al mundo muertos espiritualmente. Esta condición nos lleva no sólo a la muerte física sino también eventualmente a la muerte eterna si mueren sin aceptar la vida que Jesús les ofrece.

3. Muerte Eterna. Esta muerte es cuando el alma y el cuerpo son separados de Dios para siempre por rechazar a Jesús durante la vida en la tierra. Apocalipsis 20:15 nos enseña el destino final de esas personas, “Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.” Aquellos que experimentan esta muerte, vivirán en el infierno para para siempre.

Con ese entendimiento esencial, miremos tres razones por que el cristiano puede enfrentar la muerte con confianza. 

Razón # 1. La muerte no tiene poder sobre un cristiano. 

Cuando Él vino a la tierra, el Señor Jesús se hizo hombre, vivió una vida perfecta, y murió en nuestro lugar como substituto tomando nuestro castigo de muerte y se levantó de los muertos. Como resultado, aquellos que confían en Él para el perdón de sus pecados pueden estar seguros de que no enfrentarán ningún castigo en el futuro. Nunca experimentarán la muerte eterna. No sólo eso, pero aún ahorita, no necesitan vivir con el temor de la muerte porque Jesús puede “librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida” (Hebreos 2:15).

Mira, la muerte sólo es un pasaje a la próxima vida – la vida en la presencia de Dios por siempre para el creyente. Es como dormir y despertar. Por eso la Biblia describe la muerte de un cristiano como “dormir”. (1 Corintios 15:51, 1 Tes. 4:13). En verdad la muerte no tiene dominio sobre un cristiano.  Y esa es la primera razón por la que podemos enfrentar a la muerte valientemente. 

Razón # 2. La muerte habilita al cristiano a estar en la presencia de Dios inmediatamente. 

Cuando un cristiano muere, su cuerpo es puesto en una tumba. Pero el alma va a la presencia de Dios inmediatamente. Pablo dijo que él preferiría “más bien estar ausentes del cuerpo y habitar con el Señor.” (2 Corintios 5:8). Estar “ausentes del cuerpo” se refiere a la condición del alma fuera del cuerpo. Y “habitar con el Señor” se refiere al alma estando en la presencia de Dios.

En la cruz, Jesús le prometió a uno de los criminales arrepentidos “En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.” (Lucas 23:43). La promesa de estar en la presencia de Dios no era una realidad para el futuro distante – ni siquiera unos días después de la muerte – fue para “hoy” indicando la presencia inmediata con Dios. No hay tiempo de espera, no hay un lugar temporario antes de que el alma del cristiano se vaya con el Señor. Sucede inmediatamente después de la muerte física. La única excepción de esto es cuando Jesús regrese, todos sus seguidores estarán con El inmediatamente sin experimentar la muerte física (1 Tes. 4:16-17). Esa es la segunda razón por la que los cristianos pueden enfrentar la muerte con confianza.

Razón #3 La muerte permite que los cristianos posean un cuerpo nuevo y perfecto.

El cuerpo que tenemos está sujeto al pecado y la enfermedad. Por eso hay muerte física. Sin embargo, cuando Jesús regrese en el futuro por su gente, todos los cristianos obtendrán cuerpos nuevos y perfectos – cuerpos que son libres de pecado y enfermedad. Aún aquellos cristianos que han muerto cuyas almas fueron a la presencia del Señor obtendrán cuerpos nuevos en ese entonces. Este evento es lo que la Biblia llama “la glorificación”. 1 Corintios 15:51-52 explica este proceso “He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados.”

1 Corintios 15:42-44 da más detalles sobre este cuerpo que obtendremos en el futuro, “Así es también la resurrección de los muertos. Se siembra un cuerpo corruptible, se resucita un cuerpo incorruptible; 43 se siembra en deshonra, se resucita en gloria; se siembra en debilidad, se resucita en poder; 44 se siembra un cuerpo natural, se resucita un cuerpo espiritual.” Este cuerpo espiritual nuevo es llamado también el cuerpo de la resurrección, cuerpo incorruptible o cuerpo glorioso. Por eso los cristianos esperan “la redención de sus cuerpos” (Romanos 8:23). Esa es la tercera razón por la que los cristianos pueden enfrentar la muerte con confianza.

Entonces tenemos tres razones por las que los cristianos pueden enfrentar la muerte valientemente – la muerte no tiene dominio sobre nosotros, la muerte nos permite estar en la presencia de Dios de inmediato, y la muerte nos ayuda a poseer un cuerpo nuevo y perfecto. 

Estas grandes realidades deberían habilitar al cristiano a enfrentar la muerte valientemente. Pero hay ocasiones cuando nosotros los cristianos nos preguntamos “¿Qué me pasará? ¿Me convertiré en un inválido? ¿Experimentaré dolor?” Especialmente cuando nos hacemos más viejos y cuando nos enfermamos seriamente. Mientras que estas sí son situaciones legítimas, de todas maneras debemos mirar las promesas de Dios y su protección y así responder bíblicamente. Dios ha prometido “Aun hasta vuestra vejez, yo seré el mismo, y hasta vuestros años avanzados, yo os sostendré.” (Isaias 46:4)

Y si es la voluntad de Dios que pasemos por aflicción física, aun podemos tener calma y ser valientes, sabiendo que la voluntad de Dios para con nosotros es lo mejor. Él nos llevará por este peregrinaje terrenal y a nuestro hogar final en el cielo (Filipenses 1:6). Cada día que pasa nos acercamos más al día que estaremos con el Señor. ¡Eso nos debería ayudar a perseverar fielmente en tiempos oscuros!

Mientras que estas son realidades maravillosas para el cristiano, el futuro está muy oscuro para el que no es cristiano. La Biblia dice que cuando el incrédulo muere, su cuerpo es puesto en la tumba, pero que su alma se va al Hades (que es como el infierno) que es un lugar de sufrimiento (Lucas 16:23). Allí es donde se quedan las almas de los que no fueron creyentes hasta el Día del Juicio, cuando vendrán delante de Dios para el juicio por los pecados antes de ser echados al infierno – por toda la eternidad. Apocalipsis 20:13 dice “y fueron juzgados cada uno según sus obras.” Y por sus pecados que no fueron perdonados, entonces serán “echados al lago de fuego (el infierno)” (Apocalipsis 20:14). ¡Ciertamente un final trágico y terrible!

Sin embargo, la vida no tiene que terminar de esa manera. Si uno se arrepiente del pecado y confía en Jesús, puede experimentar el nacimiento espiritual y escapar ese juicio terrible porque Jesús tomó el juicio de Dios por el pecado. El mismo Jesús prometió en Juan 5:24 “En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.” Este versículo tiene tres promesas para los que creen en Cristo:

(1) Tienen vida eterna ahora.

(2) No enfrentarán juicio por sus pecados en el futuro.

(3) Han pasado de muerte espiritual a vida eterna espiritual, y así evitan la muerte eterna.

Estas son promesas fenomenales, si uno cree en ellas puede ser liberado del temor a la muerte. Sí, nuestra reunión con la muerte es inevitable. ¡Ningún plan médico puede evitar la muerte! Hebreos 9:27 claramente dice “está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio.” ¡La muerte es la cita que todos tendrán que atender! Unas 10,000 personas mueren cada hora. Tarde o temprano tú estarás dentro de ese número. 

¿Estás listo para morir? ¡Claro que puedes – si eres cristiano! Porque solamente un cristiano puede cantar confiadamente y gozosamente “55 ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde, oh sepulcro, tu aguijón? 57 pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Corintios 15:55,57).